"El Pirineo Navarro, con sus bosques espesos ululantes, y sus cuevas profundas; con sus
altas montañas barridas por las boiras y sus ríos de umbrosos entre peñas tapizadas de musgo,
ha dado a la mitología y a la historia, a la leyenda y a la literatura cuatro figuras a cual
más misteriosa e interesante: el Basajaun y la Lamia, la Bruja y el Contrabandista"
J. M. Iribarren, escritor navarro, 1957
La Fábrica de Armas tiene sus pequeñas leyendas.
Apartada de los pueblos del Valle, en zona de tránsito hacia otros valles, se
crearon historias
de todo tipo.
Centro de batallas en las guerras, era normal que los espíritus
terminaran por anidar sus
entrañas, y más cuando se cerró para siempre.
Fábrica de Orbaizeta
Así, cuentan que hace años en el castillo de Arlekia encontraron oro, monedas romanas, quizás su estructura de grandes piedras, recuerda a la torre de la época
romana de Urkulu.
Torre románica Urkulu a 1.419 metros
En Mendilatz encontraron a un bajonavarro cargando oro de una mina que él solo conocía.
Una pista dió... Que desde su entrada se veía el campanario de Orbaizeta.
Nadie ha encontrado el lugar exacto. Pero también en Venta Zabala,
además de ser un importante centro de reunión para arreglar problemas como los de la
fábrica con el Valle o la facería, imitando su vecina fundición, decidieron fabricar moneda falsa. Pero la que aun debe de pasear por las ruinas es una vieja bruja, que seguro que conoce todas las historias que atesoran estas mudas paredes.
Vista desde las ruinas del castillo de Arlekia
Arlekiako sorgina / Sorgina de Arlekia
La
Selva de Irati, un hayedo encantado donde junto a los pájaros
carpinteros viven dos
seres mitológicos guardianes de los árboles
Basajaun
y Basandere
Hace
millones de años este bosque encantado era fondo marino y de esa
época aún se
encuentran fósiles en las piedras del camino.
Por
sus senderos la leyenda dice que
andaban el Basajaun y la Basandere,
pareja de seres mitológicos que combatían a quienes querían dañar
el
bosque y protegían a quienes lo cuidaban.
Adentrarse
en Irati, es dejarse llevar por la magia que emana su riqueza
natural.